La salud bucal inicia antes de que el primer diente del bebé salga. Los hábitos diarios pueden apoyar la salud bucal del niño y asegurar un futuro saludable.
Los bebés al nacer no tienen bacterias que causan caries. Evite pasar bacterias a su niño evitando compartir una cuchara o limpiando el chupón con su boca.
Antes de que su bebé tenga dientes, limpie suavemente sus encías dos veces al día con una toallita limpia y húmeda. Mantenga esta rutina a medida que los dientes empiecen a salir. Esto ayudará a mantener los dientes fuertes y sanos.
A los bebés les suelen salir los dientes inferiores a partir de los ocho meses. Los dientes superiores salen alrededor de los 10 meses. Cuando aparezcan los primeros dientes, límpielos con un poco de pasta dentífrica con flúor en una toallita limpia y húmeda. A continuación, limpie cada diente.
Después, a medida que aparezcan más dientes, cepíllelos con cuidado con un cepillo de dientes suave y una pequeña cantidad de pasta dentífrica con flúor.
Está bien utilizar solo un poco de pasta al principio. Poco a poco, a partir del tercer año, aumente la cantidad de dentífrico hasta llegar al tamaño de un chícharo.
Otra forma de proteger las encías y dientes de su bebé es elegir un hogar dental, el consultorio de un dentista que provea cuidado ahora y en el futuro. Pida cita en el hogar dental elegido antes de que su hijo cumpla un año.
El equipo del hogar dental vigilará los posibles riesgos para la salud futura y le orientará para que su familia esté sana. Empezar pronto esta relación ayuda a su bebé a sentirse cómodo con el dentista y en las consultas médicas en general.
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